Paseantes que levitan

Desde hace algún tiempo he venido recolectando imágenes de personas que deambulan por las calles con las manos atiborradas de globos. El interés proviene del deleite que me produce observar a estos personajes desplazarse por el espacio urbano, casi como levitando, para provocar a los niños con la fantasía que despierta la reunión de tantos motivos flotando en el aire.

Estas imágenes están estrechamente ligadas a la memoria de mi infancia, a la sensación que me producía poder conseguir uno de esos globos, bien como compensación por algo que había hecho, o bien por la posibilidad de imaginar que yo también podía flotar con solo tener uno de esos globos en mis manos. Todavía hoy me asombro con la potencia de esa imagen, unida a la sofisticación y diversidad de formas que exhibe cada globo, tan cercanos al mundo ficcionado de las pantallas.

Relaciono a estos vendedores con el flâneur de Edgar Allan Poe y su novela El hombre de la multitud, pues, como el personaje de Poe, se trata de hombres que deambulan por las ciudades en busca de la multitud. Así lo hacían hace algunos años cuando ofrecían serpientes y globos menos elaborados en la plaza de mi pueblo; así lo hacen hoy quienes levitan en los parques y plazas en Bogotá, Pereira, Armenia y demás lugares en los que he desarrollado la serie fotográfica.

La muestra es una taxonomía hecha de registros fotográficos capturados con diferentes dispositivos (celulares y cámaras digitales) de la obsesión por no dejar escapar las imágenes que habitan mi memoria y que, en el devenir del tiempo, se actualizan alimentando la fantasía y el gesto con el que se dibujan los paisajes cotidianos.